LA GRAN CONSPIRACIÓN

EXPOSICIÓN | ONLINE

la gran conspiración

Un proyecto de la Real Academia de España en Roma

Con las Consejerías Culturales de las Embajadas de España en Bruselas, Lisboa, Londres y Washington y el Centro Cultural de España en Montevideo
PROGRAMA DE ACTIVIDADES

La Gran Conspiración continúa. Tras la apertura de la exposición online en diciembre de 2020, la trama de este complot sigue creciendo con un programa de actividades que tendrá lugar a lo largo del próximo mes de febrero. Cada una de las piezas que componen esta muestra serán las protagonistas de programa de encuentros virtuales que, a través de diversos formatos, ponga en diálogo a los y las artistas con profesionales de los distintos y distantes contextos artísticos en los que se asienta esta red. Siguiendo la estela del encuentro entre Marc Vives, Clothilde y Samir Noorali, organizado por Gerador en Lisboa, en febrero de 2021 llegará el turno de conectar las obras de Paco Chanivet, Clara Montoya, Agnès Pe y Francesc Ruiz con el panorama de Londres, Bruselas, Washington y Montevideo, respectivamente.

La Gran Conspiración es una exposición virtual que reúne obras de artistas creadas específicamente para el medio virtual. Parten de una invitación de los comisarios de la muestra -Manuela Pedrón Nicolau y Jaime González Cela- a pensar las condiciones de contacto a distancia y las formas de conocimiento actuales, considerando especialmente las lógicas de la telecomunicación. Las cinco obras que aquí se presentan han sido creadas en 2020 para ser disfrutadas a través de un dispositivo digital, desde cualquier lugar con conexión a Internet. Desde planteamientos y estrategias distintas, esta exposición permite visibilizar y experimentar con los mecanismos ocultos de la Red que en su saturación y desmaterialización se nos hacen invisibles. Forma parte del Programa Ventana de contenidos digitales impulsado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El conjunto de piezas surgidas de este reto intervienen las dinámicas de lo virtual, verifican sus posibilidades y visibilizan los mecanismos de comunicación. Un conjunto de propuestas artísticas que en forma de herramienta, experiencia narrativa, dispositivo arqueológico o experimento postal plantean cortocircuitos, distorsiones u homenajes desde los que pensar los usos y poéticas de estas tecnologías. Clara Montoya se acerca con Nómadas a los métodos de cartografía digital para considerar cómo se accede a lugares distantes a través de la imagen; Agnès Pe señala el papel de la publicidad en la historia del World Wide Web actualizando uno de los hitos de la mercantilización de Internet; Marc Vives remezcla los archivos sonoros que circulan en la Red como antídoto a la saturación visual; Paco Chanivet propone saltos entre lo virtual y lo físico a través de los recursos narrativos de la ciencia ficción, de la sugestión o la hipestición; y Francesc Ruiz diseña una serie de materiales y acciones para cortocircuitar la logística de los sistemas de correos nacionales.

El título de esta muestra juega con las dinámicas de atracción más comunes de la comunicación en Internet, desde el clickbait, a los asuntos del correo basura o el spam. También con el anglicismo gramatical que supone usar mayúsculas en los nombres y adjetivos de un título (no aceptado por la RAE, pero muy habitual en las traducciones mecánicas que saturan este entorno). A partir de este gancho, La Gran Conspiración ofrece la posibilidad de experimentar con propuestas artísticas a distancia. Presenta un conjunto de obras que utilizan las lógicas de la comunicación en Internet y otras posibilidades de distribución, sin pasar por un espacio expositivo convencional: un museo, una galería o cualquier centro de arte con paredes, vigilantes de sala y gravedad. Dentro de la página web que hace las veces de espacio expositivo, la muestra se despliega en un recorrido de múltiples posibilidades que permite navegar por las distintas piezas y contenidos.

El espacio virtual, que ha sido diseñado por HYPER STUDIO, no responde a los códigos y estructuras más habituales de las páginas webs comerciales, pero tampoco replica las condiciones del espacio expositivo físico. Se trata de un espacio cambiante, que varía a cada visita en función del lugar y hora desde el que se accede, y se estructura a partir de posiciones relativas atendiendo a la red de ciudades que da forma al proyecto. Con estos y otros mecanismos, el lugar de la muestra visibiliza cómo nuestras acciones en Internet dejan un rastro de datos. Los contenidos de la muestra se despliegan en distintas capas de lectura, animando a una navegación activa, a una experiencia diferente a través de la pantalla. Tomando recursos propios del medio, como los eastern eggs – que guardan mensajes ocultos–, los/las visitantes podrán ir desgranando los entresijos de este proyecto.

La Gran Conspiración se enmarca dentro de la tradición de las prácticas artísticas distribuidasque incluye el mail art o net art entre otras: aquellas iniciativas ligadas a la expansión de la obra de arte, a la dispersión (o simplemente consideración) de los diversos aspectos que la forman y rodean. Obras sobre soportes relacionados con la comunicación como son los periódicos, los panfletos, las revistas, los fanzines, los carteles, la radio o la televisión entre otros. La idea de distribución se conecta así con la de crear obras de arte que no sean únicas sino múltiples, a través de la capacidad de reproducirlas. Un tipo de arte cuya esencia no radica en su singularidad y exclusividad sino en el alcance social de la misma. En esta línea también conectamos las prácticas artísticas distribuidas con el tráfico global de productos e ideas a través de la exploración de vías alternativas de divulgación. En este proceso no sólo entra en juego la obra en sí sino los mecanismos mediante los cuales se pone en circulación.

Esta dimensión virtual se acompaña de un programa de encuentros físicos que complemente y ubique el proyecto en una red de espacios y foros de discusión trazada por las Consejerías Culturales de las Embajadas de España participantes, el Centro Cultural de Montevideo y la Academia de España en Roma. La virtualidad de esta exposición permite establecer así un marco internacional y su dimensión física sirve como anclaje a cada contexto específico con el objetivo de promocionar las prácticas artísticas españolas en el extranjero y las relaciones con la realidad artística local.

La estructura de este proyecto posibilita que la exposición vaya creciendo a lo largo del tiempo, con la incorporación de nuevas obras al recorrido. Una segunda fase contempla invitar a nuevos artistas y colaboradores a seguir trabajando en este marco sobre los ejes del proyecto para crear así un archivo contemporáneo de referencia e incluso la creación de una versión física de la exposición.

Dentro del marco del programa VENTANA de la Cooperación Española, este proyecto virtual toma forma a partir de una red de Consejerías culturales de las Embajadas españolas en distintos países –Bélgica, Estados Unidos, Gran Bretaña y Portugal–, el Centro Cultural de España en Montevideo y la Real Academia de España en Roma, con el objetivo de apoyar la investigación y experimentación artística en entornos digitales.

PROGRAMA VENTANA

El Programa Ventana surge como respuesta a la pandemia y los efectos negativos que está teniendo en el sector cultural. En el último semestre de 2020, la Dirección de Relaciones Culturales y Científicas de la AECID ha puesto en marcha este Programa destinado a la promoción y apoyo de creadores y artistas tanto de España como de los países en los que se realizan acciones de cooperación y promoción cultural, poniendo el foco en la creación digital y en la comunicación y difusión, a través de la red de Centros Culturales de la AECID, la Academia de España en Roma y las Embajadas y Consulados de España. Esta red está compuesta por un total de 140 unidades, operando con especial énfasis en los países prioritarios de la Cooperación Española.

El Programa Ventana tiene como objetivo, además, tender puentes con las culturas locales, propiciando proyectos en los que participen, además de creadores españoles, artistas de los países en los que operamos, así como instituciones culturales de esos países.

Hasta el momento, se está trabajando en más de 100 proyectos en las disciplinas de artes plásticas y visuales, artes escénicas, música y literatura y humanidades. Algunos ejemplos de esos proyectos son los que promueven la creación colaborativa transnacional digital en las diversas artes, talleres prácticos de capacitación regionales que propician el encuentro entre artistas de distintos países y la producción de materiales audiovisuales para la promoción digital de los creadores, entre otros.

El Programa Ventana pretende ser un escaparate digital que sirva de impulso a la creatividad y a la difusión de las artes y la cultura.