CICLO DE CINE: Sottosopra – Cieli e visioni ribaltate
TERRAZA DE LA REAL ACADEMIA DE ESPAÑA EN ROMA | 23 & 24 MAYO | 20.00 h.
“The audience will see the screen as the camera sees the objects, and a great unity of heart will take place between filmmaker and audience.” Nathaniel Dorsky
Arriba, allí arriba. Dale la vuelta. Sottosopra, per piacere. Levantas la cabeza, buscas el cielo; incluso cuando el cielo falta, la vista insiste. El cielo persiste en la retina mientras compruebas el estado del adoquinado. Sigues la línea del horizonte y aparece un muro, un túnel, un reflejo que desplaza la mirada. ¿Qué tratamos de encontrar al otro lado de ese límite?
De estas preguntas nace un programa de cine que reflexiona sobre el acto de mirar y los dispositivos que lo median. Las películas seleccionadas despliegan cielos entrevistos desde túneles o ciudades, imágenes que se pliegan sobre sí mismas, miradas que se interrumpen, se duplican o se desvían. Más que registrar lo evidente, estas obras se detienen en los márgenes – en el borde del encuadre, en la pausa, en el intervalo, en el otro lado del reflejo- para revelar todo aquello que emerge cuando el cielo, aún ausente, sigue formulando su pregunta.
Ya sea observando el sol filtrado por estructuras de hormigón en el desierto, trazando líneas imaginarias sobre un muelle, invirtiendo la mirada con espejos, descendiendo a túneles urbanos o revisitando archivos corporales y cinematográficos, el programa configura un espacio sensible entre lo físico y lo intangible. Mirar aquí implica desplazarse, esperar, tocar, construir, incluso fallar o detenerse. Buscar el cielo en un lugar cerrado, en el suelo, o tratar de ver en mitad del ruido, del grano de las superficies, es insistir en la necesidad humana de conectar con lo alto incluso en su ausencia material; a tientas entre el acto de percepción y el proceso de representación. Una búsqueda que se media en la horizontalidad de nuestro recorrido, en cada paso, dotando de cuerpo a la bóveda celeste a través del peso y la textura del suelo.
Todas las películas serán proyectadas en su formato original de super 8 y 16mm, al aire abierto, comenzando en el momento del atardecer.
23 MAYO / Sopra il vuoto / comisariado en diálogo con Regina Rivas Tornés y Cristina Cámara Bello
“I look’d around upon the carved sides
Of an old sanctuary with roof august,
Builded so high, it seem’d that filmed clouds
Might spread beneath, as o’er the stars of heaven;”
(John Keats, The Fall of Hyperion – A Dream, Canto I)
- Barbara Hammer
- Bruno Delgado Ramo
- Gary Beydler
La mirada hacia el cielo —como acto físico, simbólico o incluso estructural— articula este recorrido visual y sonoro. Una intención de pensar el cielo a través del cine: convertir la mirada en construcción, recorrido y pregunta.
El ciclo se abre justo en el instante en que el sol se pone sobre Roma: la proyección de Venice Pier (1976) coincide con el atardecer y actúa como umbral. En esta película, Gary Beydler recompone el tiempo a través de un paseo cinematográfico por el muelle de Venice, California. Rodada durante un año completo, la película organiza estaciones, luces y momentos cotidianos en una sucesión continua. Aquí caminar es montar: cada paso es un empalme que revela el tiempo en múltiples capas.
En Sun Tunnels (1978), Nancy Holt registra la instalación de su conocido trabajo en el desierto de Utah: túneles de hormigón alineados con los solsticios. La película capta la luz solar atravesando estas estructuras, convirtiendo el paisaje en un reloj cósmico que mide tiempo y espacio.
Barbara Hammer, en Bent Time (1984), viaja del acelerador lineal de Stanford al puente de Brooklyn. Filmando un fotograma por cada paso a través de zonas de alta energía de Estados Unidos, Hammer curva el tiempo y la luz al ritmo de la partitura hipnótica de Pauline Oliveros. Su cuerpo, fuera de campo, marca cada metro y reivindica la presencia femenina en monumentos tradicionalmente masculinos.
Rosa Barba desciende a un entramado de túneles ferroviarios en A Private Tableaux (2010), donde las anotaciones y marcas sobre las paredes actúan como trazas históricas. El desplazamiento óptico revela imágenes latentes, ofreciendo una lectura alternativa y crítica del espacio oculto bajo esta bóveda subterránea, que puede funcionar como negativo del firmamento.
El cierre del programa lo aporta una copia de trabajo de Bruno Delgado Ramo, que está realizando durante su estancia en la Real Academia de España en Roma. La investigación parte de los negativos fotográficos de finales del siglo XIX del fondo Tuminello, que se encuentran en el Istituto Centrale per il Catalogo e la Documentazione. Filmada en diferentes localizaciones romanas, esta pieza expande las preguntas previas, integrando paisaje, ruina, cielo, suelo y archivo en un cine que indaga en las formas de observación contemporáneas. Recorrer el suelo o el propio reflejo del cielo en la lámina horizontal de agua es un acceso a materializar la superficie de la bóveda.
En conjunto, esta selección de películas propone comprender la visión como un ejercicio desplazado: una forma de pensamiento visual que atraviesa estructuras, se eleva, se detiene y se cuestiona los límites mismos de la percepción.
Regina Rivas Tornés
24 MAYO / Il flusso e lo stacco / comisariado en diálogo con Esperanza Collado
- Akihiko Morishita
- Esperanza Collado
- Bruno Delgado Ramo
- Amy Halpern
Este programa reúne una serie de obras que comparten una figura esencial: la del recorte. No sólo como gesto material —el corte del encuadre, el hueco que deja una imagen arrancada, el intervalo entre planos— sino también como operación conceptual. Aquí, el recorte no es únicamente sustracción: es también apertura, espacio de aparición, forma de pensamiento.
Las películas de Akihiko Morishita, Xérophtalmie (1984) y Xérophilie (1985), se sitúan en los márgenes del cine estructural y el arte conceptual, donde el soporte fílmico se convierte en un campo de operaciones rítmicas, autorreferenciales, casi litúrgicas. Morishita transita desde una preocupación material por el medio a una exploración de sus dimensiones psicofísicas, donde la imagen se compone de capas contradictorias. En estas obras, el rectángulo proyectado es a la vez superficie y volumen mental; la pantalla, un plano tenso entre presencia e ilusión. El cine se reduce a sus gestos más elementales para desplegar, paradójicamente, una experiencia compleja, irónica, sensorial y autocrítica.
En Un baile con Fred Abstrait (Bruno Delgado Ramo), la cámara habita un cuarto, y el cuarto habita la película. Rodada íntegramente en una habitación, esta obra examina las relaciones entre espacio interior y dispositivo cinematográfico. La cámara, el mobiliario y la luz construyen un teatro mínimo donde cada objeto encarna su doble: el atril como símbolo del estudio, la fruta como pintura viva, la ventana como frontera óptica. A través del montaje en cámara, Delgado transforma el interior doméstico en una caja óptica, en una maqueta viva de la percepción. El encierro espacial no clausura, sino que multiplica: cada corte abre nuevas escalas, cada plano se convierte en un pliegue.
La película Trágame nube (Esperanza Collado) desplaza el cine desde su frontalidad habitual hacia un cuerpo expandido, que se desdobla en el espacio. Concebida para proyectarse en ambas caras de una pantalla, la obra exige un movimiento circular de la espectadora, que ya no se enfrenta a la imagen, sino que la recorre, la bordea, la habita. Inspirada por el cine táctil y místico de Val del Omar, la película trabaja el montaje como flujo interrumpido: un juego infantil en la Alhambra, la activación performativa de documentos, la disección del aparato fílmico como teatro y performance óptica. En su centro, una intuición: que todo recorte es también una forma de comunión, y que el cine —como el pensamiento— sólo existe en la medida en que se interrumpe, se proyecta, se disipa.
Las obras reunidas en este programa no comparten una estética homogénea, ni un método común. Lo que las une es un modo de relación con el cine entendido como forma inestable: un espacio de medidas, intervalos, fugas y retornos. El recorte aparece aquí como una figura generativa, una operación que produce sentido al delimitar, al retirar, al dejar ver lo que está fuera de campo. Cada película encarna un fragmento de esa operación, proponiendo un cine hecho de ausencias visibles y presencias intermitentes. Un cine que, como el pensamiento, avanza a saltos. Que, como la luz, se proyecta sólo en los huecos.
Esperanza Collado
Listado películas:
23 MAYO / Sopra il vuoto
Venice Pier (1976), Gary Beydler – 16mm , 16 mins, color, sonido
Sun Tunnels (1978), Nancy Holt – 16mm, 16 mins, color, sonido
Bent Time (1984), Barbara Hammer – 16mm, 21 mins, color, sonido de Pauline Oliveros
A Private Tableaux (2010), Rosa Barba – 16mm, 7 mins, color, sonido
Rullini 1, 3, 7 e 11 (en proceso), Bruno Delgado Ramo – 16mm, color, muda
24 MAYO / Il flusso e lo stacco
Three-Minute Hells (2012), Amy Halpern – 16mm, 14 mins, color, sonido con Arwa Ibrahim
Xérophtalmie (1984), Akihiko Morishita – 16mm, 9mins, color, muda
Xérophilie (1985), Akihiko Morishita – 16mm, 11mins, color, muda
Un baile con Fred Abstrait (2020), Bruno Delgado Ramo – Super8, 27mins, color, muda
Trágame nube (2023), Esperanza Collado – Doble proyección 16mm, 13mins, color y blanco y negro, muda