Día Internacional de la Danza. Acción «DUM LUCEM HABETIS / MENTRE AVETE LA LUCE / MIENTRAS TENÉIS LA LUZ»

El diafragma es un músculo/es una cúpula que sujeta toda la cintura escapular, la parte alta de la columna, las extremidades superiores y el cráneo. Es el músculo/cúpula que sujeta nuestro ser-corazón-cabeza.

Se inserta en la apófisis-xifoides del esternón, los bordes costales de la pared torácica, los extremos de las costillas undécima y duodécima, los ligamentos de la pared abdominal posterior y las vértebras lumbares L1, L3 y L4.

El corazón está reposado encima del diafragma.

La excursión diafragmática -el movimiento de este durante la respiración- va de 1,5 a 10 cm de longitud. En la inspiración, el diafragma baja para dejar espacio a los pulmones, se apoya en las tripas. En la expiración, sube, se relaja, vuelve a su lugar.

La fortaleza es, sobre todo, la virtud de quien aguanta. Ocurre, además, que si bien la acción puede verse a menudo como algo puntual, la resistencia de la fortaleza es casi siempre algo que exige perseverancia, esfuerzo sostenido. Perseverar significa esto: mantenerse firme cuando toca. Los puntales de cualquier estructura no pueden ceder ni un instante para que el conjunto pueda continuar en pie.

«De La resistencia íntima», Josep María Esquirol

«No, no tienes que hacerlo todo el tiempo.»

«No pasa nada.»

Pero es mentira, sí pasa.

Las cúpulas y nuestros diafragmas sostienen el paso del tiempo y todas las tensiones de nuestro cuerpo, y las acogen, no se desinflan ni cojean.

Podríamos atender un poco más a nuestros diafragmas. Una reivindicación del mínimo indispensable, del soporte de nuestros órganos, de todos los techos llenos de aire y luz que regalan desahogo a las ciudades.


Vamos a mudarnos a la cripta del Tempietto de Bramante por un día, para resistir con él el paso del tiempo, para celebrarlo bailando. El horario de la acción es continuado de 10.00 a 18.00, el público puede asistir a cualquier hora y permanecer el tiempo que desee.

INTÉRPRETES 

Irene Cantero y Luz Prado

CON LA COLABORACIÓN DE 

Elena Córdoba y David Benito